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lunes, 30 de enero de 2023

Ubik el papanatismo en do mayor.

 

Distintas portadas de ediciones anglosajonas

El pasado viernes 25 de noviembre de 2022 a las 21 horas en La Marítima, como habitualmente, nos reunimos en el 19º Club de Lectura Manuel Berlanga de Literatura Fantástica, Ciencia Ficción y Terror de Málaga. En esta ocasión le tocó el turno a Ubik (1969) de Philip K. Dick. Dick tenía 40 años cuando la escribió. Se da la triste circunstancia que Philip murió en 1982 con tan solo 53 años. La vida del escritor es más apasionante que su extensa obra. De los 50’s a los 60’s escribe compulsivamente a un ritmo que ni los escritores de bolsilibros podrían igualar. Pero en los 70’s la cuestión cambia radicalmente[1]:

“… A principios de la década de 1970, la teología gradualmente se introdujo en la vida de Philip K. Dick en episodios de paranoia y epifanía, culminando en una experiencia religiosa en marzo de 1974, que pasó gran parte del resto de su vida analizando en forma de una "Exégesis" …”

Este video como el resto de ilustraciones son obra de Curro Burgos.

En España, Ubik se publicó por primera vez en 1976 por Martínez Roca en su colección Superficción (1ª época) con el número 13.  Traducción de Manuel Espín de 1976, siendo la única traducción que hay. En esos momentos la colección estaba dirigida por Román Cano. Gracias a esta colección se introdujeron en España por primera vez, y a muy buenos precios, grandes autores norteamericanos y sus obras más señaladas.

Ilustración de Curro Burgos

En 1985 se publicó con el número 17 en Biblioteca de Ciencia Ficción Editorial Orbis (asesorada por Domingo Santos) que se vendió en los kioscos, y que hoy y día, es fácil encontrar en librerías de segunda mano. También se publicó, en mayo de 2000, con el número 3 de la colección Solaris Ficción de la editorial Factoría de Ideas; en total realizó siete ediciones, siendo la última la de 2009.

En 2011 Minotauro en la colección clásicos Minotauros (sin numerar), saca una nueva edición, pero con la misma traducción. En 2019 saca otra edición cambiando únicamente la portada. En 2020 repite la misma jugada, con otra nueva portada. En 2012, Booket con el número 8040 de la colección ciencia ficción saca una nueva edición.

Resumiendo, en España, Ubik se ha editado por cinco editoriales a lo largo del tiempo, once ediciones y todas con la misma traducción. Hay al menos dos ediciones adicionales en Latinoamérica.

Ilustración de Curro Burgos

Sin duda esta novela cuenta con el beneplácito del público que la compra con asiduidad. A mí no me gusta. Digo más: no he sido capaz de acabarla en ninguno de los dos intentos que he realizado en su lectura, el primero en 1996 y el segundo en 2022. Antes de rescatar mis argumentos de 1996, destacaré que hasta 1987 la opinión, en España, sobre Dick no era muy buena, fue la publicación de la antología de cuentos de Dick: Aquí yace el Wub en Gran Super Ficción de Martínez Roca, colección dirigida por Alejo Cuervo la que comenzó a cambiar el tema. El debate sobre Dick fue una pequeña batalla de “las guerras del fandom” que Juan Manuel Santiago (uno de los más beligerantes, todo hay que decirlo) recopila en su Moriremos por fuego amigo (noviembre 2019) Cazador de Ratas Editorial. Cedo la palabra al docto Miquel Barceló que lo cuenta bastante mejor que yo:

“… En los años sesenta publicó el resto de su obra más interesante en la que, a veces, la pretendida duda sobre la realidad da lugar a narraciones que resultan deshilvanadas y ofenden el sentido de la racionalidad del lector, pero que se salvan por el gran dominio del oficio y la habilidad narrativa de Dick. En esos años su obra empezó a ser muy valorada en Europa, mientras que en Norteamérica se le consideraba un escritor de segunda o tercera fila. Fue en Francia donde obtuvo más éxito y en dónde se alzó con el cetro que antaño tuviera Van Vogt en ese país, tal vez por lo surrealista de algunos de sus argumentos.  (…)

A partir de una vida problemática y compleja, su voluntad de cuestionar el concepto de realidad por medio de una narrativa torturada y a menudo caótica se agudizó a finales de los sesenta con obras que muchos consideraban claramente influidas por la droga a la que fue asiduo. Algunas entrevistas concedidas en esta época muestran claramente cierta irracionalidad en su lógica.

Tras el caos argumental de Ubik … (…)

En cualquier caso, la calidad narrativa de este autor justifica muchas de sus obras, pero no los excesos de sus exagerados adoradores y epígonos de hoy. …”

Ilustración de Curro Burgos

La cita está tomada de las páginas 217, 218 y 219 de Ciencia Ficción: Guía de Lectura (1990), Colección Nova Ciencia Ficción número 28, Ediciones B. Cabe destacar que fue en 1990 tres años después de la edición de Aquí yace el Wub por parte de Alejo.

Portada del efanzine Ad Astra #6

Y ahora sí, mi A mí no me gusta Philip K. Dick que vio la luz en el efanzine Ad Astra volumen 6 en 1996 y que he recuperado gracias a la generosidad de su editor: Armando Boix lo más parecido que existe a un hombre del renacimiento en el fantástico patrio. Es uno de los tres textos que conformaron la sección ¿Qué opinas tú sobre Philip K. Dick? Los firmados por José Antonio Suárez y Juan Manuel Santiago eran opiniones favorables.

 

Ilustración de Curro Burgos

A MÍ NO ME GUSTA PHILIP K. DICK

Pero me gusta tan poco que sólo he leído dos novelas (¿Sueñan los androides con ovejas electrónicas? y El hombre del castillo) y una decena de cuentos. Como no me gusta no he leído más, ni pienso hacerlo. Ese es uno de los principales problemas para criticar su obra; el desconocimiento, el siguiente, el desinterés. De estas premisas se extrae que sólo los adoradores de la obra pueden realizar defensas brillantes, coherentes y llenas de luz mesiánica. O muy tibias o poco creíbles son las críticas perfectamente documentadas y que demuestran haber ingerido toda la obra, porque nadie come muchos platos de sopa si no le gusta, con la vaga esperanza de encontrar que con las últimas cucharadas se desvela su verdadera naturaleza y traslada al comensal al séptimo cielo del gourmet, como si de una Schwepps se tratase. No es razonable, si no gusta algo no se sigue leyendo.

Ilustración de Curro Burgos

¿Por qué entonces me estoy tomando la molestia de escribir esta crítica, si no tengo ningún interés en la obra de Dick? Por sus fanáticos. Al igual que la simplona serie norteamericana Star Trek, el fenómeno sociológico de sus aficionados trasciende la importancia de la misma serie. Con el alcohólico Dick pasa igual, los acólitos de su obra se cuentan por miríadas y su obra evangelizadora no puede dejar indiferente. La principal característica del defensor del esclarecido de Berkeley es la prepotencia: «Ah, no te gusta Dick» mientras encoge la nariz en gesto inequívoco de reprobación, seguidamente empieza el adoctrinamiento, si el infiel muestra interés ya ha ganado un amigo, al cual acudir cada vez que el nuevo seguidor haya leído una nueva revelación, y poder poner en claro los mensajes más que confusos (por inexistentes) que Dick dispensaba. Si el infiel mantiene sus creencias, su fin está próximo vía auto de fe.

Ilustración de Curro Burgos

Toda obra cultural es susceptible de un proceso de racionalización que legitime el marchamo de obra de arte, lo sé por mis propios esfuerzos al reseñar novelitas de la saga de La Guerra de las Galaxias. Cualquier folletín se puede convertir en singular punto de referencia de la próxima generación si se pone el suficiente empeño en proclamar sus virtudes y se cuenta con los medios de difusión masivos necesarios (en la medida que la masa susceptible de recibir el mensaje sea grande). También ayuda que un lumbreras defienda a fulanito para que las críticas que reciba sean mínimas, y los disidentes deban actuar en la clandestinidad del «Petit comité» o desde el fatídico anonimato que permite un seudónimo; todo ello fruto del importante ascendiente que sobre todos nosotros tiene el «magister dixit».

Ilustración de Curro Burgos

Pero como venganza los aficionados no iniciados en el sectarismo dickiano, no han/hemos valorado excesivamente bien a este californiano, pues el reconocimiento a su obra no es «exuberante»; sólo recibió el Hugo en 1963 por su ucronía de El hombre del Castillo y en 1979 por A scanner Darkly el premio Británico de Ciencia Ficción. Pero además los editores de ciencia ficción no lanzaban las nuevas obras de Dick al mercado en rústica (destinado a las obras con expectativas de buenas ventas) sino en bolsillo, como claro reconocimiento del poco interés de los compradores. Esta incapacidad de comunicación del imán Philip la han eternizado sus ridículos seguidores fundando un premio de ciencia ficción para la mejor novela publicada originalmente en formato bolsillo... con adoradores como esos no hace falta detractores.

Francisco M. Mancera

By PacoMan

Ilustración de Curro Burgos


[1] Cita tomada de la página 329 de la voz Dick, Philip K(indreed) de The Encyclopedia of Science Fiction (1993) de John Clute y Peter Nicholls, editado por St. Martin’s Griffin, New York, edición noviembre 1995


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