El viernes 14 de julio a partir de las 20:30 horas, se fueron
congregando en el Restaurante La Marítima, mientras departíamos con
Miguel (el propietario del Restaurante) dando cuenta de las primeras cervezas, bien
fresquitas eso sí. La sala habilitada para el Club se refrescaba, esperábamos a
los rezagados. En esta ocasión, sobre la decena de asistentes, nos dispusimos a
dar cuentas de algunos refrescos, abundante cerveza y la novela corta del galés
Arthur Machen: El terror.
Presentaré los textos que sus creadores me han querido hacer
llegar, supuestamente con su intervención. No están todos los que fueron, pero
si fueron todos los que están. Empezó el turno de palabra, y por tanto dio el
primer speech, el que corresponde al ponte del libro elegido. En esta
ocasión: Manuel Mota, y a partir de él, y según orden dextrógiro vamos tomando
la palabra los asistentes, siempre que no declinen su turno de palabra; preferimos
la cuarta declinación del latín (-u, -us) por ser más… ”de la tierra”.
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Parte de los asistentes, nótese la profusión de camisetas negras y carencia de pelo |
Primer Speech de Manuel Mota:
El galés Arthur Machen nació en 1863 en Caerleon una villa situada en la ribera del río Usk, en el sur de Gales, Reino Unido., una tierra en la que vivió una infancia que posteriormente describiría como mágica en libros como UN FRAGMENTO DE VIDA, LA COLINA DE LOS SUEÑOS Y LA GLORIA SECRETA.
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Caerleon |
Se marchó a Londres a vivir, ciudad a la que nunca pudo acostumbrarse y en la que malvivió haciendo un poco de todo; trabajando de linotipista, escritor y periodista, oficio este último que detestaba.
La obra de Machen está plagada de mitos paganos y del mundo mágico de sus recuerdos infantiles. A él, victoriano tardío, no le interesaban los fantasmas, no escribió ni un solo cuento con esta temática, sino sobre fuerzas elementales y arquetípicas, maleficios que sobreviven al tiempo, o poderes malignos invocados por el folklore y los cuentos de Hadas. Esto le convertiría en un precursor de Lovecraft y le acercaría a la mítica Orden del Alba Dorada o Golden Dawn a la que pertenecían otros escritores de misterio y terror como Bram Stoker y Algernon Blakcwood. En sus filas, Machen pudo, de alguna forma, conciliar sus creencias y redimirse como escritor fracasado e incomprendido.
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Aleister Crowley caracterizado de miembro de: Golden Dawn order |
Lo que habitualmente se denomina Magia no era tal para la Golden Dawn y otros grupos ocultistas de la época, sino secretos que la ciencia aún no sabía desvelar y que habían sido perdidos por nuestra civilización. Así, tenía que conservarse de modo fabulado y mítico por la tradición.
En gran medida esto hizo de Machen un visionario, un precursor destinado a mutar el cuento de miedo, él creía en parte en estas fantasmagorías y los lectores de la época también. Por tal motivo su obra empezó a ser valorada y reconocida a finales de los 40’s (en el siglo XX), cuando él fallecería sin poder disfrutar de los logros de su trabajo, lo que recuerda patéticamente a Lovecraft.
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Rupert Sheldrake y sus campos mórficos |
En 1981 Rupert Sheldrake publica su teoría del campo mórfico que en su vertiente biológica podría explicar ciertos fenómenos, como las conductas, se hacen más probables a medida que ocurren más veces, y una vez fijados, pueden extenderse a poblaciones que no están en contacto con la pionera. Esta teoría rechazada por la ciencia, al no haberse podido reproducir y existir evidencia contraría, sería una posible explicación al comportamiento de los animales que originan El Terror que nos describe Machen. Y se hace evidente que es un pilar donde apuntalar muchos planteamientos de relatos de terror.
Manuel Mota.
Fátima Romero me ha enviado este breve texto:
Arthur
Machen. Impresiones y teorías locas para el Club del Berlanga.
Hay
que reconocer que AM fue un hombre de sus épocas: mamó del Romanticismo
británico asimilando todos los prejuicios o, puede que, impostándolos con la
idea de triunfar.En
lo literario al observar su marca puede atisbarse un poco de su personalidad:
Excelente
estableciendo las escenas, en lo físico y en lo ambiental, y manteniendo el
tono instaurado a través de los distintos escenarios que, a pesar de lo corto
de sus historias, es capaz de concatenar.
Personajes
que al lector actual le pueden resultar demasiado predecibles, respondiendo a
la tipología aceptable en su época donde el origen y el oficio servían para predecir
las reacciones y en pocos (justificados) momentos actúan diferente (como el
médico de El polvo blanco que deja desamparada a la familia que atiende por un
horror ancestral).
Los
diálogos son reflejados con la naturalidad rígida que la propia sociedad que
reflejan y no se priva de narrar, de forma indirecta, los diálogos internos de
los protagonistas. En este punto cabe destacar cómo muestra el discurrir de la
joven que lleva el peso de El polvo blanco que por su educación y clase social
se permite una gama de emociones, pero no otras.
Es
el narrar de la acción y lo sucediente dónde el autor destaca por un desapego
frío. Nos muestra lo que está ocurriendo, lo que unos personajes hacen a otros
en una novela de terror.
¿Hay
gozo psicopático o pesimismo, rozando la indefensión aprendida?
En
cualquier caso, el autor galés eligió el camino de la sublimación artística y,
aunque apenas pudo disfrutar en vida de los privilegios mundanos del éxito,
puso un ladrillo sólido en la escalera de la Literatura.
Fátima Romero Álvarez
Somos tranquilos, en las intervenciones es imposible no caer
en digresiones, pero intentamos ser ordenados. La última intervención, la mía,
tuvo que posponerse hasta después de la cena (a base de tapas y más abundante
cerveza).
Yo cerré el orden de intervenciones, tras la última intervención
ya no hay orden, aunque bien pensado tampoco lo hay antes. Pero digamos que ya
se puede hablar de lo que sea, haciendo corrillos o conversaciones generales. Este
“segundo tiempo” se alarga hasta la madrugada, vaya hasta que Miguel cierra La
Marítima. Las bebidas espirituosas, las gominolas y los frutos secos han
relevado a las cervezas y tapas. Y así acabó el 23º Club de lectura Manu
el
Berlanga, les dejo con mis palabras.
El terror de Arthur Machen, 23º Club de
Lectura Manuel Berlanga. 14 julio 2023
Empiezo leyendo uno de los posts de promoción que elaboré para este club en Facebook:
En 1917, con 54 años escribe: The terror, está más que
interesante novela que trataremos en el próximo Club de Lectura. El terror fue
la última novela que escribió, pese a que vivió hasta los 84 años. Escribió un
puñado de cuentos más. Pasó más hambre que momentos de gloría, pero no por ello
deja de ser uno de los más interesantes autores de terror.
Una vez introducida la cuestión a pasamos a mayores.
Me ha gustado, y me ha gustado mucho. Como genera la
sensación de desasosiego y la convierte en una búsqueda de la causa, como un
problema de novela policiaco “¿Quién lo ha hecho?”. He disfrutado mucho. El
final, su solución final y su lamentable arenga, lo comento al final.
Antes citas, muchas citas.
Cita página 10:
“… Prohíbase a la prensa publicar
que Jones ha sido asesinado y será asombroso ver qué poca gente se entera de
ello y, entre quienes se enteran, qué pocos creen en la historia que han escuchado.
Una persona que conocemos en un tren nos cuenta algo que le han dicho acerca de
un asesinato cometido en Southwark; la diferencia es enorme entre esta
impresión y la que nos deja la lectura de media docena de líneas de imprenta en
las que consta el nombre, la calle, la fecha y los demás detalles del caso. La
gente suele repetir en los trenes toda clase de historias, muchas de ellas
falsas; los periódicos no publican informaciones sobre crímenes que no se han
cometido. … “
Mutatis mutandis durante un tiempo el papel de notario de la
realidad lo tomó la televisión y fueron las redes sociales quienes tomaron el
rol de las conversaciones en los trenes. Sin embargo, los periódicos son zombis
y la televisión le sigue los pasos muy de cerca. Nótese pues que siempre
hacemos lo mismo, sólo que nos adaptamos perfectamente a los recursos
tecnológicos. Marshall McLuhan ya nos advirtió. Nihil novum sub sole
(Nada nuevo bajo el sol).
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Marshall McLuhan y sus obras más importantes. |
Dice Wikipedia del autor galés:
“… Se oponía férreamente a una
visión materialista de la vida, y ello se percibe en sus obras, siendo estas de
un estilo marcadamente neorromántico. Desconfiaba de la ciencia, el
materialismo, el comercio y el puritanismo, todos ellos eran un anatema del
temperamento conservador, bohemio, místico y ritualístico del escritor galés.
La violenta sátira de Machen golpeó todas esas cosas que detestaba, pero forma
parte de su obra más mediocre, junto con todas las historias propagandísticas
que escribió para la I Guerra Mundial.
…”
En otro punto añade:
“… Políticamente era un
simpatizante del Fascismo. …”
Y es cierto, lo era todo eso y un poco más. Página 35:
“… “Mi teoría”, dijo el ingenioso
caballero, “es que el progreso humano consiste, justamente, en lograr lo que
antes no se podía imaginarse. (…) No podemos imaginar cómo asesinaron a esa
pobre gente por la sencilla razón de que, para nosotros el método es
inimaginable”.
El club escuchó el sutil
razonamiento en un silencio reverencial. Cuando Remmant se fue, uno de los
miembros observó:
“Un hombre muy inteligente”
“Sí”, respondió el doctor Levis.
“Le preguntaron si sabía algo. Al fin de cuentas su respuesta fue: “No, no sé
nada”. Pero en mi vida he oído a nadie que lo dijera mejor”. …”
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La revista de cómic Cthulhu le dedicó un monográfico a Machen en abril 2016 |
Aquí, detrás de este tremendo golpe de ingenio se encuentra
un velado ataque a la ciencia. Pero admito que es pequeñito. El de la página 49
ya es mucho más grandote:
“… El amigo lanzó una risita incrédula, y era evidente que no creía una
palabra, hasta que Lewis le dijo en el último número de la Saturday Review
venía un artículo sobre el tema. “¿De veras?”, respondió el descreído. “Ah,
bueno, ya veo”, y se convirtió en el acto a la fe de los rayos X. …”
El academicismo hace 106 años ya había perdido la cabeza como
Machen nos muestra con la sutileza de su afilada pluma. Lo de ahora, lo de las
revistas científicas que nadie lee salvo los doctorandos y los referees
es el claro ejemplo de morir de éxito y de malgastar la mayor generación de
científicos viva.
Que Machen no era materialista es una forma fina de llamarlo,
pero en un primer momento, la cita de la página 58 sorprende pues parece que
describe al populismo de ultraderecha nazi, franquista de viejo y nuevo cuño. Y
sí, cuando hablo del franquismo de nuevo cuño hablo de Vox.
Página 58:
“… El príncipe ganará voluntades
para sí tanto en los altos consejos del enemigo como entre el populacho,
sobornando a los ricos con las promesas de mayores riquezas y comprando a los
pobres con palabras ardientes. “Al contrario de lo que se cree, son los ricos
quienes más codician la riqueza; en cambio es posible adueñarse de los hombres
de la plebe hablándoles de la libertad, su dios desconocido. Tanto les encantan
palabras tales como libertad, independencia y otras semejantes, que el sabio
puede llegarse a los pobres, robarles lo poco que poseen, despedirlos de un
puntapié y ganar para siempre sus corazones y sus votos, tan sólo si les
asegura que el trato que les ha dado se llama libertad”. …”
Es que leo este párrafo y veo a la Ayuso hablando en medio de
la pandemia del COVID de la libertad de ir a tomar cervezas al bar. Es evidente
que Machen y todo el libro mama del temor que a los buenos ingleses debió
producir el Alzamiento de Pascua en abril de 1916, donde los irlandeses,
todavía dentro del imperio británico, apoyados por los alemanes se sublevaron.
Si bien es cierto que fueron aplastados, generó una corriente favorable dentro
de los mismos irlandeses lo que llevó al Sinn Féin a ganar las
elecciones de Irlanda de diciembre de 1918 de forma aplastante. De ahí a la
independencia en julio de 1921 sólo hubo unos pasos. Para un reaccionario
británico como Machen debía ser del todo inconcebible que los pueblos
inferiores quisieran autogobernarse.
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Alzamiento de Pascua en abril de 1916 |
Aunque ahí hay cierto antimaterialismo en todo el libro, el
do de pecho lo dio el bueno de Machen en la penúltima página, la 120, tras
explicar lo que ha pasado con los animales se despacha con esta arenga:
“…
El hombre ha dominado a los animales en todas las épocas y lo espiritual
ha reinado sobre lo racional debido a la calidad y la gracia propias de la
espiritualidad que el hombre posee y en virtud de la cual es un hombre. Mientras
mantuvo ese poder y esa gracia, subsistía entre él y los animales cierto
tratado o alianza. De una parte se hallaba la supremacía y de otra la sumisión;
al mismo tiempo había entre ellos la cordialidad que existe entre señores y
súbditos en un estado bien organizado. Conozco a un socialista según el cual
los Cuentos de Canterbury de Chaucer ofrecen la imagen de una verdadera
democracia. No sé si tendrá razón, pero me doy cuenta de que el caballero y el
molinero lo pasan muy agradablemente juntos, tan sólo porque el caballero sabe
que es un caballero y el molinero que es un molinero. En cambio, si el
caballero tuviese objeciones de conciencia a su condición de caballero, y si el
molinero no advirtiese ninguna razón por la cual él no debería ser un caballero,
estoy convencido de que sus relaciones serían difíciles, desagradables y quizá
violentas. …”
Ahora se entiende perfectamente que fuera un simpatizante del
fascismo. Él, que era pobre, hijo de un pastor anglicano, que pese a su éxito
pasó más penurias que holguras. En fin, huele a ese quejió que Ortega y
Gasset vierte en Su rebelión de las masas (1927). Un: “vaya con estos
pobres, esta plebe que se quieren sentar en la misma mesa que nosotros”.
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José Ortega y Gasset |
La revuelta de los animales contra los hombres se ha usado,
posteriormente, hasta la extenuación, en cuentos, novelas y películas. Pero sin
duda alguna la versión más parecida es la novela corta Los pájaros
(1952) de Daphne du Maurier que en 1963 Alfred Hitchcock adaptó al cine en una
de sus mejores películas. En ambos casos los pájaros atacan a los seres
humanos, pero no se nos aventura ninguna explicación, lo que es mucho mejor que
explicarlo, como hace Mache. De hecho, la explicación es innecesaria, pero le
da pie a dar un speech político no ya reaccionario sino fascista.
by PacoMan